La energía solar fotovoltaica es una fuente de energía que produce electricidad de origen renovable, obtenida directamente a partir de la radiación solar mediante un dispositivo semiconductor denominado célula fotovoltaica (cédulas que unidas entre sí forman el panel solar fotovoltaico, y dependiendo del número de células que lo forman, el panel puede entregar mayor o menos potencia.)
Este tipo de energía se usa para alimentar innumerables aplicaciones y aparatos autónomos, para abastecer refugios o viviendas aisladas de la red eléctrica y para producir electricidad a gran escala a través de redes de distribución.
COMPONENTES DE LA INSTALACIÓN:
PANELES SOLARES: Los rayos del sol inciden sobre éste y pasan la energía captada a través del cableado hacia el regulador. Diseñados con materiales de última generación que les proporcionan robustez y unas excelentes cualidades de impermeabilidad y estanqueidad que avalan su larga vida, permitiendo el perfecto funcionamiento de los sistemas incluso en las condiciones climáticas más duras.
INVERSOR: transforma la electricidad almacenada en forma de corriente continua en electricidad apta para uso doméstico, correinte alterna a 220V. Puede incorporar un cargador de recarga de baterías.
REGULADOR: Controla la generación eléctrica del aerogenerador, los paneles solares y el estado de la batería. Previene la sobrecarga y la descarga de las baterías.
BATERÍA: Almacena la energía producida por el aerognerador y los paneles solares suministrándola posteriormente para su consumo. La autonomía mínima recomendada es de tres días.
INSTALACIONES REALIZADAS: